Un día más… destrozada… con la piel desgarrada después del ataque de las hienas, pero extrañamente aún con vida mientras los buitres picotean, arrancándome trozos de piel putrefacta y solo puedo decir que estoy saboreando el dolor después del dolor…
Quiero huir pero mis piernas no responden gozando extrañamente del placer de la sangre que gotea de las heridas, dejadas por el mordaz ataque de las hienas… con la mente en blanco… con el puñal en mano arranco las ropas pegadas en las heridas… con la piel descubierta, con el dolor punzante… logro escapar de todo..
En casa con la bañera repleta de agua tibia… remojo mi cuerpo herido… pero el dolor del cuerpo no se compara al dolor del alma… sin dormir noches enteras… sin comer casi una semana… solo agua recorre mi garganta hace varios días, mi estomago vacío por ratos hace algún sonido extraño… y viendo que no obtiene respuesta se calma…
Ya no están mas las hienas, los buitres carroñeros se han ido ya no hay el olor a las heridas putrefactas… pero como arranco los trozos de alma herida… como arranco el dolor anclado en mi pecho, que no me deja respirar, punzando hundiéndose y al intentar levantar la pesada ancla de este laberinto, siento partirse en dos mi adolorido corazón…
Una puerta a lo lejos… quiero llegar pero el camino es difícil, huir no huir repica en mi cabeza, mientras me acerco, huyendo del dolor pero acercándome a la puerta a la luz del final, mis ojos se entrecierran, la luz brillante no me deja ver y cuando siento que al fin he llegado, puedo oler algo de paz y de pronto me desplomo miles de metros abajo…
Y de nuevo empieza esta pesadilla interminable y sin escape…
Quiero huir pero mis piernas no responden gozando extrañamente del placer de la sangre que gotea de las heridas, dejadas por el mordaz ataque de las hienas… con la mente en blanco… con el puñal en mano arranco las ropas pegadas en las heridas… con la piel descubierta, con el dolor punzante… logro escapar de todo..
En casa con la bañera repleta de agua tibia… remojo mi cuerpo herido… pero el dolor del cuerpo no se compara al dolor del alma… sin dormir noches enteras… sin comer casi una semana… solo agua recorre mi garganta hace varios días, mi estomago vacío por ratos hace algún sonido extraño… y viendo que no obtiene respuesta se calma…
Ya no están mas las hienas, los buitres carroñeros se han ido ya no hay el olor a las heridas putrefactas… pero como arranco los trozos de alma herida… como arranco el dolor anclado en mi pecho, que no me deja respirar, punzando hundiéndose y al intentar levantar la pesada ancla de este laberinto, siento partirse en dos mi adolorido corazón…
Una puerta a lo lejos… quiero llegar pero el camino es difícil, huir no huir repica en mi cabeza, mientras me acerco, huyendo del dolor pero acercándome a la puerta a la luz del final, mis ojos se entrecierran, la luz brillante no me deja ver y cuando siento que al fin he llegado, puedo oler algo de paz y de pronto me desplomo miles de metros abajo…
Y de nuevo empieza esta pesadilla interminable y sin escape…

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